En muchas ocasiones, la superficie que figura en catastro o en las escrituras de propiedad de una finca o terreno, no tienen mucho que ver con la realidad.
Además, no siempre se conoce exactamente su configuración y linderos.
Delimitar con exactitud el terreno, así como su superficie exacta resulta imprescindible para:
Comprar o vender una finca o terreno, garantizando a ambas partes la definición del bien a transmitir.
Transmitir el mismo en caso de herencia o separaciones de bienes.
El pago de impuestos, pudiendo producir ahorros importantes y evitando también posibles inspecciones posteriores y reclamaciones por parte de la Administración.